Todo el mundo tropieza con situaciones colmadas de estorbos y desalientos.
Pero las personas negativas piensan en eso al levantarse, al acostarse y a toda horas. Ponen su habitación mental en ese nido de hormigas que se llaman: los pensamientos tristes y negativos.
Eso es como echarle arena al carburador de tu coche. ¿Cómo quieres ir bien? Los pensamientos y recuerdos negativos producen un desgaste innecesario, dañan tu motor mental, y te traen complejo de inferioridad y frustración.
En cambio las personas positivas buscan a cada momento, pensamientos que les devuelvan la confianza y procuran recordar solamente experiencias placenteras y buenas. Esto les aumenta la salud de su cuerpo y les llena de ánimo y alegría.
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