* Que yo me permita mirar, escuchar, y
soñar más. Hablar menos. Llorar menos.
* Ver en los ojos de quienes me miran,
la admiración que me tienen... y no la envidia que prepotentemente yo pienso
que sienten.
*Escuchar con mis oídos atentos y mi
boca estática, las palabras que se hacen gestos, y los gestos que se hacen
palabras.
*Permitir siempre escuchar aquello que
yo no tengo permitido escuchar.
*Saber realizar los sueños que nacen en
mí y por mí, y que conmigo mueren, por no saber yo que son sueños.
*Entonces, que yo pueda vivir los sueños
posibles y los imposibles; aquellos que mueren y resucitan a cada nuevo fruto,
a cada nueva flor, a cada nuevo calor, a cada nuevo rocío, a cada nuevo día.
*Que pueda yo soñar el aire, soñar el
mar, Soñar el Amar.
*Que me permita yo el silencio de las
formas, de los movimientos, de lo imposible, de la inmensidad de toda
profundidad.
*Que pueda yo substituir mis palabras
por el toque, Por el sentir, Por el comprender, Por el secreto de las cosas más
raras,
*Por la oración mental, -aquella que el
alma crea y que sólo ella escucha y sólo ella responde-
*Que sepa yo dimensionar el calor,
experimentar la forma, vislumbrar las curvas, diseñar las rectas, y aprender el
sabor de la exuberancia que se muestra en las pequeñas manifestaciones de la
vida.
*Que sepa yo reproducir en el alma, la
imagen que entra por mis ojos haciéndome parte suprema de la naturaleza,
creándome y recreándome a cada instante.
*Que yo pueda llorar menos de tristeza y
más de alegrías.
*Que mi llanto no sea en vano, Que en
vano no sean mis dudas.
*Que sepa yo perder mis caminos, pero
que sepa recuperar mis destinos con dignidad.
*Que no tenga yo miedo de nada,
principalmente de mí mismo: ... ¡Que no tenga yo miedo de mis miedos!
*Que me quede dormido cada vez que vaya
a derramar lágrimas inútiles, y que despierte con el corazón lleno de
esperanzas.
*Que haga yo de mí, un hombre sereno
dentro de mi propia turbulencia.
*Sabio dentro de mis límites pequeños e
inexactos.
*Humilde delante de mis grandezas gafas
e ingenuas; que yo me dé cuenta cuán pequeñas son mis grandezas, y cuán valiosa
es mi pequeñez.
*Que me yo permita ser madre, ser padre,
y, si fuere necesario, ser huérfano.
*Permítame yo enseñar lo poco que sé y
aprender lo mucho que no sé.
*Traducir lo que los maestros enseñaron
y comprender la alegría con que los simples traducen sus experiencias;
*Respetar incondicionalmente el ser; el
Ser por sí solo, por más nada que pueda tener más allá de su esencia.
*Auxiliar la soledad de quien llegó,
rendirme al motivo de quien partió, y aceptar la alegría de quien quedó.
*Que pueda yo amar y ser amado.
Que pueda yo amar, aún sin ser amado.
*Hacer gentilezas cuando recibo
cariños; hacer cariños aunque no reciba gentilezas.
*Que yo jamás quede solo, aún cuando yo
me quiera solo.
“Oración a
mí mismo” * Oswaldo Antônio Begiato / vídeo: “Ashes & Snow” *Gregory Colbert
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