lunes

Disfrutar del AMOR


Cuando se disfruta del amor duradero, se respira libertad y armonía en la relación. El respeto y la aceptación le otorgan a los que aman la libertad de ser mientras se entregan por completo. Ambos disfrutan de ser quienes ellos son, sin el temor de ser juzgados.

No pretendo idealizar esta etapa del amor, ni mucho menos presentarla como la perfección hecha romance, pero sí deseo destacar que, con el transcurso del tiempo, la pareja que se ama bien aprende a ser cortés, a tolerar, a dar y recibir, a ser leal. Aprende a sobrellevar y resolver los conflictos, haciendo uso de lo que sabe del otro. No es la ausencia de conflictos lo que hace la diferencia ¡es cómo éstos son manejados!

Aprender a sugerir en lugar de imponer, aprender a conversar en lugar de discutir, aprender a aceptar y a amar en lugar de juzgar y herir, es la ineludible tarea para los que hemos decidido amar bien.

El dolor del desamor es profundo y muchas veces rebelde para aquellas personas que sienten que su vida necesita de la presencia del otro para ser felices. También para esas personas que se hunden en la oscuridad y la desesperación en la ausencia del otro. Esa angustiosa búsqueda porque el otro nos ame es de alguna forma la necesidad de auto confirmación de nuestra propia valía, de reasegurar en el otro que merecemos ser amados. Esa reafirmación de estima sólo puedes conseguirla dentro de ti, no está afuera, ni en ninguna otra persona, está dentro de ti y sólo tú puedes conseguirla.

Algunas preguntas surgen inevitablemente al abordar este tema:
* ¿De dónde viene tal desmedida necesidad de ser amado?
* ¿Por qué tantos años invertidos en tratar de salvar una relación en la cual el amor siempre estuvo en duda?
* ¿Para qué poner el amor del otro por encima del tuyo propio?
* ¿Para qué someterte al desamor y al sufrimiento por tanto tiempo?
* ¿Para qué suplicar el amor cuando puedes construirlo y disfrutar de él libremente?

Es ahora tu oportunidad de iniciar un camino de crecimiento en el cual puedas conseguir tus propias respuestas. Las respuestas pueden ser tan o aún más dolorosas que el propio proceso de desamor vivido por años. Pero el resultado es que la persona es capaz de ver que es imposible forzar el amor, y finalmente es libre de sus propios temores, está en libertad de poder amar en forma diferente. Es capaz de amar libremente en un amor que se construye día a día.

Es ahora la oportunidad para iniciar un camino de crecimiento donde encontrarás tus propias respuestas. Descubrirás que el verdadero amor no te hace sufrir, el amor maduro ofrece libertad, seguridad y una amplia gama de posibilidades para crecer juntos... 


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